Los folletos y sus tipos de plegados.
«Los folletos son la carta de presentación de una empresa o producto.»
Los folletos son una herramienta fundamental en cualquier estrategia de comunicación impresa. Su función principal es informar de forma clara y concisa, pero van más allá de la simple transmisión de datos: también son un soporte eficaz para reforzar la identidad visual de una empresa o marca y proyectar una imagen profesional y coherente con sus valores.
Por este motivo, el diseño de un folleto debe cuidarse al máximo. No solo ha de ser atractivo visualmente y profesional en su presentación, sino también lo suficientemente interesante y llamativo como para captar la atención del lector e invitarlo a la lectura. Un buen folleto puede ser decisivo a la hora de diferenciarse de la competencia y generar un impacto positivo en el público objetivo. Además, debe cumplir eficazmente con su función comercial o informativa, ya sea promocionar un producto, anunciar un servicio o explicar un concepto de forma accesible.
Cuando se trata de diseñar e imprimir un tríptico o cuatríptico, es esencial considerar desde el principio el tipo de plegado que se va a utilizar. El formato de plegado no es un detalle menor: afecta tanto a la disposición de la información como al flujo de lectura. Existen distintas modalidades de plegado —como el envolvente, el en acordeón, el cruzado, entre otros—, cada una con características específicas en cuanto a distribución de páginas, orden de lectura e incluso requerimientos técnicos de impresión.
Conocer bien estas opciones desde el inicio del proceso te permitirá tomar decisiones más acertadas y evitar problemas en las fases posteriores de diseño, impresión o manipulado. Planificar correctamente el tipo de plegado te ayudará a garantizar un resultado final que no solo sea estéticamente atractivo, sino también funcional, claro y efectivo en la transmisión de tu mensaje.
Según el número de páginas o cuerpos, los tipos de folletos son:
- Flyers: constan de una sola hoja sin plegar, impresa por una o dos caras. Es el tipo de folleto comercial más básico, y suele emplearse para campañas publicitarias o informativas masivas.
- Dípticos: folletos plegados en 2 partes o cuerpos (4 páginas), normalmente plegados por la mitad.
- Trípticos: folletos plegados en 3 partes o cuerpos (6 páginas).
- Cuatrípticos: folletos plegados en 4 partes o cuerpos (8 páginas).
¿Qué modelos de plegado puedo aplicar a mis folletos?
A la hora de diseñar un folleto, elegir el tipo de plegado más adecuado es una decisión clave que influirá directamente en la forma en que se presenta y organiza la información. Existen múltiples modelos de plegado —como el plegado en tríptico, cuatríptico, en acordeón, envolvente, cruzado, entre otros— y cada uno ofrece diferentes posibilidades visuales y narrativas. Por ello, no se trata solo de una elección estética, sino funcional.
Optar por un tipo de plegado u otro implica necesariamente adaptar la estructura del contenido a ese formato. Es fundamental que la información esté dispuesta de manera clara y lógica, de modo que, al abrir el folleto, el lector pueda seguir el hilo del mensaje sin confusión ni interrupciones. Un mal orden de las caras o una secuencia errónea puede hacer que se pierda el sentido del mensaje, afectando negativamente la comprensión y la eficacia del folleto como herramienta de comunicación.
El plegado, por tanto, condiciona no solo el diseño gráfico, sino también la jerarquía de los textos, la disposición de las imágenes y el ritmo visual del contenido. Conocer bien las distintas opciones de plegado desde el inicio del proceso de diseño te permitirá anticipar posibles inconvenientes y evitar errores que, una vez impreso el folleto, podrían ser costosos o complicados de corregir durante la fase de manipulado y acabado final.
En resumen, entender las características de cada tipo de plegado y cómo afecta a la lectura y al diseño es esencial para lograr un folleto funcional, atractivo y coherente. Esta planificación cuidadosa desde el principio asegurará que tu folleto no solo luzca profesional, sino que también cumpla su propósito comunicativo de forma efectiva.
